- Ama a la vida más que ninguna otra persona que he conocido. ¿Cómo se puede rendir?
- ¿Oíste algo de lo que te dije? No sé está rindiendo. Está aprovechando al máximo el tiempo que le queda. No interfieras con eso.
- Me pidió que me casara con él.
- No es el primero.
- No, pero es la primera vez que quería decir que sí.
- ¿Por qué no lo dijiste?
- Porque dejé que todo llegara demasiado lejos.
¿Sabes qué? Tú puedes romper tus propias reglas. Te enamoraste. ¡Fue fantástico! Quizá te saliste de lo planeado, pero no puedes controlar todo.
Todos los meses son Noviembre, Sara. Y yo te quiero todos los días. Este es nuestro mes. No se tiene que acabar nunca.
Ya renuncié a todos mis esfuerzos por controlar la vida, la tuya o la mía. Vivo para una sola cosa. Para quererte. Para hacerte feliz. Para vivir firme y dichosamente el momento.
Noviembre es lo único que sé y lo único que jamás quiero saber.
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